¿Cómo?

Entregarse. ¿Cómo? Cumplir las promesas. No más niñerías; dejar de intentar resguardarlo todo, por miedo a perderlo. ¿Cómo se botan los muros después de tantos años? Después de tantos miedos, de tantos baches, de tantos rasguños.. Supongo que nunca supe dónde estaba escondida la llave.

No es no querer. Es no saber.. no saber cómo diantres soltar eso que tanto tiempo ha permanecido encerrado. Encontrar la manera en que las palabras signifiquen; que estallen de sentido en el momento preciso para abrir el camino a otros ojos; que resuenen, que manchen, que duelan si es necesario..

¿Imposible? No. Pero la desesperación no aparece; no hay impulsos o motivos hiperbólicos para hacerlo. Al contrario, la costumbre supera a la posible realidad del ensueño.. No es no querer. Es no querer darse cuenta.. darse cuenta del daño propio, de la necesidad.. de lo que podría ser..