Vivir a última hora
Desastre; desorden de ideas. Eso es lo que ocurre cuando las cosas se hacen sin pensar en las consecuencias y lo más rápido posible. Una especie de do-it-yourself plan para salir del paso.. Sólo importa solucionar el problema inmediato. En respuesta, no importan las aberrantes atrocidades que se puedan cometer. Bueno, se supone que eso se arregla con otra medida improvisada, cuando venga al caso. Y así determinan el hacer y decir al última hora, mientras se intenta que, de alguna manera, la propia astucia e ingenio salven, precisamente por vivir al límite del tiempo, de la máquina que está por atrapar los talones.

Palabras sin sentido aparente, bañadas de presurosa sinceridad; gritos desmedidos limitados por el espacio entre los sujetos; martillazos de ideas, que trizadas caen al suelo; acciones a medias, desprendidas de la amorfa realidad..
Tiempo.. Pero, ¿cuánto tiempo se necesita? Tan relativo resulta, que es imposible ponerse de acuerdo. No es que el tiempo sobre, es más bien un preciado y escaso recurso, pero en este caso, cada uno sabe cuánto es lo que necesita.. Algunos días, horas o incluso un par de minutos.. Otros, necesitamos bastante más para dar un pequeño paso..

Palabras sin sentido aparente, bañadas de presurosa sinceridad; gritos desmedidos limitados por el espacio entre los sujetos; martillazos de ideas, que trizadas caen al suelo; acciones a medias, desprendidas de la amorfa realidad..
Tiempo.. Pero, ¿cuánto tiempo se necesita? Tan relativo resulta, que es imposible ponerse de acuerdo. No es que el tiempo sobre, es más bien un preciado y escaso recurso, pero en este caso, cada uno sabe cuánto es lo que necesita.. Algunos días, horas o incluso un par de minutos.. Otros, necesitamos bastante más para dar un pequeño paso..