Ojos verdes

Siempre quise tener los ojos verdes porque me encantaba cómo podían cambiar de color. Cambiar con la luz y dependiendo el momento en que se miren.
Por eso, de chica me miraba en el espejo cuando lloraba, porque mis ojos de color extraño e indefinible se veían verdosos.
Pasaba minutos observando las lágrimas de mis pseudo-verdes ojos, quizás con la esperanza de que se quedaran así para siempre y poder tener una canción, así como la de Alejandro Filio.